Es un padecimiento causado por acumulación y exceso de sarro, o caries que han llegado hasta la dentina o nervio; también puede ser provocado por golpes fuertes y fracturas.
¿Cómo se trata?
Se puede prevenir con una limpieza semestral y se corrige con resinas, endodoncias (remover la pulpa) y en algunos casos extracción del diente, dependiendo de la extensión de la fractura o caries.